jueves, 1 de mayo de 2014

Edad Moderna



La Revolución Francesa marcó un punto de inflexión en la gastronomía europea, que se extendió a nivel popular, siendo un acervo común de todos los estamentos sociales, y no sólo los privilegiados.





Surgieron los restaurantes, se extendió el uso de la conserva de alimentos (proceso favorecido por la Revolución Industrial), y proliferó la literatura gastronómica, no ya en simples recetarios, sino en obras de investigación y divulgación, de teoría y ensayo, como la Fisiología del gusto de Brillat-Savarin (1826), o Le Grand Dictionnarie de Cuisine de Alexandre Dumans (1873); también apareció entonces la crítica gastronómica, con publicaciones como la Guía Micchelin.




En el siglo XX ha tenido una especial relevancia la industria conservera y la elaboración de alimentos precocinados, así como la tendencia a la comida rápida (con productos como hamburguesas y frankfurts) y los preparados para microondas. 





En sentido inverso ha surgido una nueva preocupación por los alimentos sanos y equilibrados, quehan favorecido el surgimiento de nuevos productos que destacan sus cualidades nutricionales.  También hay que destacar la revalorización de la cocina regional, favorecida por el avance de los medios de transporte y el auge del turismo, que conllevó al retorno a una cocina natural y sencilla, hecho que marcó el punto de arranque de la nouvelle cuisine, que aúna la tradición y la sencillez con los nuevos adelantos y un cierto afán de innovación y experimentación. 

Como cocineros de relevancia se podría citar a: Auguste Escoffier, Joel Robuchon, Paul Bocuse, Heston Blumenthal, Donato de Santis, Karlos Arguiñano, Juan Mari Arzak, Sumito Estévez Ferran Adriá, Santi Santamaria, etc.

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